Entro en LEZAMA por una carretera larguísima, que pasan los aviones por encima y a poca altura. Como a 1 km está el albergue. Es un barracón de los que usan en la construcción para oficinas, pero está lleno de literas. Miro al interior y cuento 10 literas. Por supuesto, está cerrado y abren a las 4:00. Son las 13:40.
Me pongo a escribir y comer algo de fruta que llevo en la mochila. Además, estoy a la sombra y corre una brisa fresquita. Al poco, viene más gente. Ya no hay literas para todos. A las 3 más o menos viene el encargado, que vive aquí cerca, abre y empieza a sellar las credenciales y asignando las literas. Luego le pregunto donde comer y me indica el bar del estanco, donde dicen que hacen las mejores judías rojas del país vasco. Eso es lo que pido para comer. Después me explica que los entendidos dicen que las judías rojas hay que comerlas con agua, nunca con vino, como he hecho yo.
Por lo demás, me paso casi toda la tarde en el albergue descansando. Hasta la hora de la cena.
1 comentario:
Vaya pies...
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